Hay cuatro veces más especies de hongos que de plantas.

Sin ellos no habría bosques

Setas y hongos son vitales para el ecosistema forestal. El bosque no puede vivir sin hongos. No solo degradan la materia orgánica (como hacen champiñones y setas de chopo) o eliminan a los ejemplares débiles, dejando más luz al resto, sino que su papel es esencial en la estrategia de alimentación de los árboles.

Los hongos como boletus y níscalos establecen una importante simbiosis con las raíces. Gracias a ellos, los arboles absorben mejor el fósforo a cambio, obtienen los azucares de la fotosíntesis. Además, si las raíces están colonizadas por estos hongos, la entrada de patógenos se hace muy difícil.

Un ejemplo claro lo constituyen los hongos del género Morchella(colmenillas o cagarrias) que suelen vivir asociadas a árboles de ribera como olmos, álamos, fresnos, etc. Sin embargo, cuando se produce una situación de estrés considerable para su planta huésped se independizan rápidamente, dando lugar a las setas.

Un estudio sobre Sierra Nevada confirma que casi todos géneros vegetales (excepto las crucíferas y leguminosas) están asociados a hongos del género Glomus, Acaulospora, Scutellospora,etc. que les ayudan a soportar las enormes diferencias térmicas y la sequía.

Los hongos juegan un papel fundamental en la naturaleza. Se estima que el 80% de las plantas están asociadas a hongos, sin los hongos las plantas no sobrevivirían a la sequía o la falta de nutrientes en el suelo, o serían más sensibles al ataque de bacterias o insectos.

En España hay unas 10.000 especies censadas, siendo Andalucía una de las regiones más ricas en especies fúngicas, con unas 3.830 especies descritas.

Genatur organiza jornadas micológicas el 14 y 21 de noviembre en los Montes Propios de Jerez (PN Los Alcornocales).